viernes, 21 de febrero de 2014

Workshop con Jiro Kamata "A piece of memory". marzo 2013

En marzo del 2013 vino Jiro Kamata a dictar un workshop en Walka Studio,en Santiago de Chile.

Este sería el primero de muchos talleres y cursos que tomé ese año, y mirando hacia atrás, marcaría el inicio de un largo trabajo que está el pleno desarrollo, y que de manera sorprendente se fue hilvanando con los otros cursos, con las exposiciones en que participé, hasta llegar a dar viva a la última colección, todavía en proceso.

Partimos trabajando en base a algún objeto que nos recordara algo. Nadie sabía muy bien de qué se trataba, así es que cada uno trajo una amplia variedad de cosas.Yo llevé una caja de botones antiguos de mi abuela que no había abierto hacía años y unas estampitas de primera comunión que ella había coleccionado a lo largo e varios años.





Sin pensar mucho, debíamos hacer diferentes pruebas a partir de estos objetos, pero no ya con una carga de recuerdo, sino como una materia de experimentación. Hice varias pruebas diferentes con los botones y otros materiales.







Quería encontrar una relación entre estos dos puntos de partida. Los botones y las imágenes religiosas, que muestran niños recibiendo la ostia. Tanto las ostias como los botones son circulares, y por eso decidí que usaría el círculo plano como materia de trabajo. Entonces comencé a fotocopiar los botones más interesantes en diferentes tamaños y desde ahí seguí avanzando en mi pieza. Busqué maneras de crear volúmenes a través del pliegue de estos círculos planos.





Sin embargo, hubo algo que llamó mucho mi atención en una de las estampitas de la Vírgen, Una de ellas decía: "Esto escribió tu hija" (era la letra de mi abuela) y más abajo, con letra de niña (la letra de mi mamá) decía "ayúdame mamita". Me trataba de imaginar qué cosa estaría pasando por su mente para escribir esas 2 palabras que sonaban desesperadas. En esa oportunidad no lo incorporé en mi trabajo, pero meses después, daría el nombre a mi pieza animita "Ayúdame Papito".




 Al final terminé armando una serie de diferentes maquetas de piezas que uní con hilo y láminas de cobre, que presenté en una fila, creando pequeñas naves.
Unté las fotocopias en aceite y quedaron translúcidas, como si hubiese usado papel diamante. Quedé bastante contenta con los resultados, considerando que fue un workshop de 4 días. 





















No hay comentarios:

Publicar un comentario