viernes, 15 de junio de 2012

Pelillo, alga del Sur del mundo

Estos micropaisajes han sido creados a partir del uso del pelillo acompañado por chía, que forman pequeños mundos invernales, cuya combinación de colores me hacen recordar la bandera japonesa.





El pelillo (Gracilaria chilensis.) es un alga que se encuentra en el océano desde Arica hasta la zona de los canales, concentrándose mayormente en el sur, donde es explotada en grandes cantidades para ser exportada mayormente. Dentro de sus usos está la industria farmacéutica y alimentaria, y con ella se produce el  agar agar, entre otros. 





La chía, por otra parte es un cereal mejicano, cultivado desde unos 3500 años AC, siendo un alimento básico para las civilizaciones aztecas. Formaba además, parte  importante de ceremonias secretas, que eran esenciales para el desarrollo espiritual de esta cultura. Los aztecas creían que la Chía los dotada de poderes místicos y sobrenaturales. A la llegada de los españoles, la mayoría de los cultivos fueron destruidos y este cereal permaneció casi en el olvido por muchos años, hasta que en los 90 se comenzaron a reconocer sus altas propiedades nutritivas y se realizaron cultivos experimentales para recuperar la especie, que hoy se ha vuelto tan conocida en los últimos años.















martes, 5 de junio de 2012

Picorocos Emperifollados

Menú de Hoy: Picorocos Emerifollados a la Perla.


Estas son los primeros prototipos de Picorocos Emperifollados. Vendí los otros antes de alcanzar a tomarles fotos así es que tendré que hacer otros para el registro.
Lo que se ve en las fotos es una réplica realizada en plata de una pieza original de picorocos a través de un proceso de casting y cera perdida. 
Hubiera quedado bien solo, pero la perla era para hacer juego con el collar (que no alcancé a fotografiar)









 Estos aros combinan réplicas en plata y piezas naturales, que han sido lacadas y reforzadas con resina.

El collar también combina tanto una concha real como una pieza de plata. 


El broche tipo timón también corresponde a una réplica en plata de un picoroco.






 La concha natural fue reforzada con una base de plata y los espacios fueron rellenados en resina color violeta, que hace juego con sus colores naturales.

Para realizar estas piezas he ido un par de veces al mercado, cocinado, comido y disfrutado los picorocos, para luego limpiarlos cuidadosamente y someterlos a diversos procesos que logren retirar residuos y minimizar su característico y muy fuerte olor.